Hace unos días en un viaje en tren se me dió por ponerme a filosofar muchas cosas, llegué a la siguiente conclusión:
Soy un rebelde...
un rebelde sin causa (creo que mi causa no importa a nadie)...
Lucho, aunque muchas veces desfallezco...
lucho contra mis demonios...
son crueles, fantasiosos...
a veces divertidos, mas bien diría muy crueles (satíricos)...
Pero lo que sé es que nunca, pero nunca me rendiré
mas ahora que en mi vejez prematura
estoy aprendiendo de las lecciones de la vida
Y que vida, vida perra,
pero eso si, nunca habrá culpables
mas solo yo...